¡Buenos días a todos! Esta semana tenía pensado hablar de las emociones pero, a raíz de la entrada de la semana pasada (si te la perdiste puedes leerla aquí) y de los comentarios que me habéis hecho llegar a través de los diferentes medios, he pensado que lo mejor es que hablemos de la asertividad puesto que muchos me habéis comentado lo difícil que es poner límites y decir: hasta aquí puedo llegar, o aprender a decir que NO. Así que hoy hablaremos de la asertividad, esa “cosa” de la que yo os hablo mucho en los acompañamientos y en las charlas pero que a muchos os suena a chino 😉
¿QUÉ ES LA ASERTIVIDAD?
La asertividad es una de esas habilidades sociales básicas que nos permiten defender nuestros deseos o intereses sin pisotear o invadir los derechos o intereses del otro. Se define como la capacidad de una persona para expresar sentimientos, aptitudes y capacidades socialmente aceptadas e identificadas con la autoestima y el bienestar personal. Se trata de ser capaces de expresar de una forma honesta y auténtica, quiénes somos y qué esperamos de los demás.
Las personas asertivas son aquellas que se caracterizan por conseguir que los demás se sientan escuchados y entendidos al tiempo que son capaces de expresar lo que sienten y lo que quieren.
Pero no nos engañemos, ser asertivo no es fácil. Hay que cuidar mucho la forma en que nos expresamos porque podemos pasar de intentar ser asertivos a ser agresivos sin darnos cuenta: “así es cómo me siento”, “esto es lo que pienso”…son ejemplos de comportamientos asertivos. No pisoteamos los derechos de la otra persona y somos conscientes de los nuestros. Hay que tener cuidado en no utilizar palabras irritantes y culpabilizadoras: “cuando me MAREAS con tus TONTERÍAS me desespero”; “has dejado la casa hecha una POCILGA con juguetes por todo…”
Si queremos que nuestros hijos sean asertivos lo mejor que podemos hacer es empezar por serlo nosotros mismos. Esto no sólo beneficiará nuestra relación con ellos, sino todas nuestras relaciones interpersonales, ya que aprenderemos a ser asertivos con todo el mundo.
ESTRATEGIAS PARA AUMENTAR LA ASERTIVIDAD
- Usar frases con “yo”: reafirma tus opiniones, deseos y derechos. (Deseo, opino que, quiero, me estoy sintiendo…). Además, harás saber a los demás lo que piensas sin sonar como si estuvieras acusando: “yo no estoy de acuerdo” en lugar de “estás equivocado”.
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Técnica del disco rayado: consiste en repetir tu punto de vista con calma, sin dejarte distraer por aspectos irrelevantes (Sí, pero… Sí, lo sé, pero mi punto de vista es… Estoy de acuerdo, pero… Sí, pero yo decía….). Nos permite evitar la manipulación y el peligro de desviarnos del tema sin entrar en discusiones ni provocaciones.
- El acuerdo asertivo: Admitimos que nos hemos equivocado pero lo separamos de si somos buenas o malas personas. (Es cierto, he olvidado que te dije que jugaríamos juntos. Normalmente suelo acordarme de nuestros acuerdos).
- La pregunta asertiva: incitamos a la crítica para obtener información que nuestro hijo podrá utilizar en su argumentación. (Entiendo que no te guste el modo en que actué ayer en el parque. ¿Qué fue lo que te molestó?).
- Banco de niebla: cedemos terreno aparentemente. Nos mostramos de acuerdo con lo que nos dice la otra persona pero no cambiamos de postura. (Es posible que tengas razón, seguramente podría ser más generoso, aún así….; Quizá no debería mostrarme tan duro, pero…).
- Aplazamiento asertivo: dejamos para cuando estemos TODOS más calmados la discusión del tema (Veo que ahora estás muy alterado, así que ya discutiremos esto más tarde).
- Asertividad empática: empezamos transmitiendo reconocimiento y comprensión hacia nuestro hijo, para plantear, posteriormente, nuestros derechos, intereses, sentimientos… Es una de las formas más efectivas de asertividad. (Entiendo que estás muy nervioso con los exámenes, pero te agradecería que me hablaras con respeto; Comprendo que cuando sales de clase te gusta volver charlando con tus amigos, pero no me gusta comer más tarde de las 14h).
Fijaros que en todo momento utilizamos los mensajes “yo” de los que os hablaba al principio. De este modo no culpamos a nadie y asumimos nuestros sentimientos y necesidades. Nos centramos en el tema que nos ocupa y no en los “defectos” personales de nuestros hijos.
Finalmente, os dejo con algunos de los beneficios que conseguimos siendo asertivos:
- Mejora las habilidades sociales y personales.
- Ayuda a controlar los impulsos
- Mejora la autoestima
- Ayuda a entender mejor nuestras emociones.
- Crea situaciones en las que todos ganamos
- Mejora nuestra capacidad para tomar decisiones.
- Aprendemos a respetarnos a nosotros mismos y a ganarnos el respeto de los demás.
¿Qué os ha parecido?¿Lo ponemos en práctica? Éstas son sólo algunas de las técnicas que podemos usar para mejorar nuestra asertividad y la de nuestros hijos. Pensad que con la asertividad disminuyen notablemente los conflictos familiares, lo que nos permite una mayor armonía y bienestar familiar. Si estás interesad@ en profundizar en ello no dudes en ponerte en contacto conmigo y estaré encantada de ayudarte.
Gracias por leerme y, ya sabéis que si compartís, le dais al “me gusta” o me dejáis vuestros comentarios os estaré muy agradecida.
Un abrazo,
Raquel.