Tener hermanos mola mil, pero la realidad es que cuando tenemos varios hijos pueden surgir muchos conflictos entre ellos que, a nosotros, los adultos, pueden ponernos al borde de la locura.

Los conflictos entre hermanos son naturales y, si aprendemos a acompañarlos, son una oportunidad de aprendizaje de las más bonitas que hay.

Con nuestros hermanos aprendemos a relacionarnos con nuestros iguales, a ser resolutivos, empáticos, a compartir,... Son las personas que compartiremos los momentos más importantes de nuestra vida.

En este taller aprenderemos a cómo acompañar los conflictos entre hermanos para evitar que surjan rivalidades que dificultan ese vínculo maravilloso.