¿Estás cansada de pasarte el día gritando y amenazando? ¿Tus hijos sólo hacen lo que les pides cuando te enfadas? ¿Sientes que, por más que lo intentas, no consigues disfrutar de la crianza de tus hijos?

¿Crees que hay otra forma de educar sin necesidad de utilizar los premios y los castigos? ¿No quieres repetir los patrones educativos que utilizaron contigo pero sientes que te faltan herramientas?

¡Enhorabuena! Estás en el sitio adecuado.

Los conflictos son parte de nuestra vida y son una gran fuente de aprendizaje. Todas las familias tenemos conflictos. Todos los niños y niñas, sin excepción, tienen conflictos, tanto con otras otras personas de su misma edad como con personas adultas, ¿o no? Tener conflictos significa estar vivo, y lo mejor que podemos hacer  es aprender a manejarlos de la mejor forma posible, principalmente porque algunos son inevitables.

Lo que sí es evitable son sus consecuencias negativas, todos tenemos recursos internos e innatos que nos dotan de capacidad para abordarlos, aunque las estrategias útiles “se aprenden”. Una convivencia sana y feliz se construye y, si bien todos los miembros de la unidad familiar somos responsables de ello, somos los adultos los que tenemos un papel fundamental. Si nosotros no sabemos resolver conflictos de una forma consciente y respetuosa, nuestros hijos e hijas tampoco lo harán.

Si sabemos cómo hacerlo, los conflictos pueden tener su parte positiva ya que con ellos aprendemos a relacionarnos, nos ayudan a madurar y sirven como motor de cambio. Lo importante es darnos cuenta que de nosotros depende el convertirlos en experiencias positivas o negativas.

Normalmente, vemos los conflictos como algo negativo, algo que queremos evitar. Y esto se debe a:

• La forma en que los resolvemos (discusiones).
• Muchos de nosotros sentimos que no tenemos las herramientas y recursos para abordarlos.
• Para afrontar un conflicto son necesarias muchas energías, tiempo y habilidades adecuadas de enfrentamiento. (Y hoy en día con el ritmo de vida que llevamos es complicado).

En este taller vamos a centrarnos en:

• Analizar las actitudes que adquirimos ante un conflicto
• La asertividad
• La empatía
• La búsqueda de soluciones