Enfoque en soluciones

ENFOQUE EN SOLUCIONES

Hace unos días publiqué en mi Instagram un post en el que os invitaba a dejar de lado las consecuencias y enfocaros en soluciones.

Han sido tantos los mensajes pidiéndome que lo explicara más detenidamente y que pusiera ejemplos, que he decidido haceros una entrada en el blog para que lo tengáis a mano. Así que vamos al lío.

Desde la Disciplina Positiva, se nos invita a olvidarnos de utilizar consecuencias porque, si no tenemos muy muy claro cómo utilizarlas, lo que hacemos es aplicar castigos, pero cambiándoles el nombre.

Personalmente, prefiero explicarte directamente cómo y porqué centrarte en el enfoque en soluciones por la sencilla razón de que, desde mi experiencia, siempre acabamos usando mal las consecuencias lógicas.

Lo primero, es que, para enfocarnos en soluciones, es necesario que nuestra actitud hacia la infancia cambie (ya sé que soy muy pesada con esto, pero es así). Si seguimos creyendo en las relaciones verticales adulto-niño no podemos avanzar.

Habitualmente, nos centramos en decirles a los niños y niñas lo que tienen que hacer y lo que no porque se lo decimos nosotros, los adultos, y lo que desde la Disciplina Positiva buscamos, es enseñar a realizar un análisis de la situación y ver qué hacer, pero desde el respeto y la colaboración, no porque nos lo dice alguien.

De esta forma, nuestros hijos e hijas, son parte activa del proceso y no meros receptores. Los niños y niñas, al ser tratados con respeto, al ser tenidos en cuenta, al sentir que contribuyen y son útiles, eligen mejorar su conducta.

Cuando utilizamos el enfoque en soluciones, nuestros peques, aprenden a relacionarse con los demás desde el respeto y la empatía, y obtienen herramientas para afrontar los siguientes retos o conflictos que se les planteen.

La dificultad adulta, está en romper con la absurda idea de que, como dice Jane Nelsen, los niños aprenden mejor cuando les dañamos primero. Nada más lejos de la realidad.

Si queremos utilizar el enfoque en soluciones lo primero que tenemos que hacer es olvidarnos de buscar culpables y, junto a nuestros hijos e hijas, centrarnos en ver cuál es el problema y cuál podría ser una solución. ¡Te sorprenderá lo creativos que pueden llegar a ser los niños y niñas!

Teniendo en cuenta lo dicho hasta ahora, vamos a poner en práctica el enfoque en soluciones utilizando “Las tres R y una U”. Para que la solución sea una fuente de aprendizaje y no una consecuencia disfrazada debe tener:

RELACIÓN: La solución propuesta deberá estar relacionada con la conducta.

RESPETO: Esto significa que la solución no debe implicar culpa, vergüenza o dolor, y al hacerla cumplir lo haremos de forma cordial y firme a la vez.

RACIONALIDAD: No tiene que implicar alarde por parte del adulto y debe ser justa desde el punto de vista de ambos, el niño/a y el adulto.

UTILIDAD: Por supuesto, debe ser útil para enmendar el error y que aprendamos nuevas habilidades que nos permitan afrontar mejor el siguiente reto.

Te sorprenderá ver cómo, poco a poco, los niños son más capaces de enfocarse en soluciones y sus sugerencias son tremendamente creativas. Es maravilloso.

Cuando un niño o una niña decide (porque tú le has preguntado que qué puede hacer para resolver el problema) ir a por la bayeta porque a tirado el vaso de agua (es decir, las tres R y la U: relación, respeto, racionalidad y utilidad), lo que le estás enseñando a tu hijo/a no es otra cosa que habilidades de vida al tiempo que favoreces crea en sí mismo y en sus capacidades. Ahí es nada.

Cuando tu hija rompe un jarrón porque está jugando al balón en el salón y, juntas, decidís que la solución pasa por recoger los trozos e intentar repararlo o, si no se puede, comprar uno nuevo con su dinero (si es muy peque que aporte lo que pueda), le estás enseñando responsabilidad y habilidades para la resolución de conflictos.

¿Qué te ha parecido? ¿Ha quedado más claro? Si tienes alguna duda estaré encantada de resolverla en los comentarios.

Un abrazo,

Raquel.

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2 comentarios en “EL ENFOQUE EN SOLUCIONES”

  1. me pasó con mi hijo que estaba en un desborde emocional, llorando, y la abuela le cerro la puerta de la habitacion. El con la rabia que tenia cogio una silla y la tiro duro contra la puerta, aun cuando en casa no es usual hacer ese tipo de cosas. No encuentro cual podria ser la solucion a ese actuar. Lo unico que hice fue esperar a que se calmara y decirle que eso estaba mal, que nos debemos respetar, que cuando tenga rabia no puede tirar las cosas, que en lugar de tirar las cosas puede respirar, le enseñe como podiamos hacer para calmarnos juntos, por que yo tambien tenia rabia en ese momento. Pero siento que hace falta algo mas para que entienda que eso estuvo mal.

    1. Hola María. Para enfocarnos en soluciones necesitamos validar emociones y, por lo que dices, a él no solo no se le validaron, sino que se le lanzó el mensaje de «así no te queremos» al cerrarle la puerta y dejarle solo esperando que se calmara. En este caso (aunque yo no lo vi y solo tengo la información que tú me das), creo que lo primero era validar sus emociones y acompañar ese desborde emocional del que me hablas ya que, de haberlo hecho, el niño no hubiera llegado hasta donde llegó. Si, a pesar de ese acompañamiento emocional lanza la silla, le ayudaremos a calmarse y DESPUÉS veremos de que manera podemos ayudarle a gestionar esa rabia para no hacer lo que hizo. Eso, es el enfoque en soluciones en este caso. Un abrazo.

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Raquel Ripoll

Educa-t-nos surgió con la intención de dar respuesta a las necesidades de padres e hijos, educativas o sociales que afectan al bienestar familiar. En Raquel Ripoll doy un paso más. Te lo cuento todo en Sobre mí

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