CÓMO NOS RELAJAMOS EN CASA

¡Hola a todos! Como estas dos semanas anteriores estuvimos hablando de las rabietas, tanto del porqué surgen y a qué se deben como a posibles estrategias que nos ayuden a gestionarlas mejor, esta semana, en la sección de los Recursos que usamos en casa, he pensado que quizás os resulte interesante que os cuente los recursos que utilizamos para relajarnos.

Esto no quiere decir que sean recursos que usamos cuando hay una rabieta (aunque según el momento y la intensidad de ésta, alguno de estos recursos nos puede resultar útil), sino que se trata de recursos que usamos cuando vemos que algún miembro de la familia está muy nervioso y se está complicando la comunicación. Por ejemplo, la peque se pone nerviosa por el motivo que sea y no atiende razones, o nosotros estamos cansados/estresados y no estamos hablando de la mejor manera.
Eduyoga. Es un juego de cartas con las que practicamos yoga. Si bien está recomendado a partir de los 3 años de edad, nosotros lo empezamos a usar este verano y se ha convertido en un top ten para cambiar el chip en casa.

Contiene 27 cartas con posturas de yoga que nosotros practicamos, cada uno con sus limitaciones. Las hacemos despacito, sin prisa, tomando conciencia de lo que estamos haciendo y centrándonos en la respiración. También incluye cartas para trabajar distintos tipos de respiración y otras dos con unos cuentos cortitos que invitan a la reflexión. Si bien las instrucciones del juego hablan de jugar a adivinar posturas e inventar historias, nosotros, de momento nos centramos en hacerlas al tiempo que eliminamos tensiones y aprendemos a concentrarnos.
Tranquilos y atentos como una rana. Este es un libro que descubrí en internet hará poco más de año y medio y no dudé en incorporar en mi biblioteca. Es un libro de meditación dirigido a niños de entre 5 y 12 años y a sus padres, invitándonos a acompañar a nuestros hijos en la práctica de los ejercicios que se proponen (así nos relajamos nosotros y ellos). En él se ven historias y ejercicios sencillos de realizar que tanto nuestros hijos como nosotros podemos realizar a diario. Incluye un CD con meditaciones guiadas. Nosotros aún no lo utilizamos mucho porque la peque no llega a los tres años (lo suelo utilizar yo en las sesiones familiares), pero hay algún ejercicio de respiración que sí podemos hacer y nos ayuda mucho.
Para que os hagáis una idea, hay veces que la peque está muy nerviosa y me dice: mami, vamos a respirar. Y nos tumbamos en el suelo y empezamos con las respiraciones. Pensad que desde muy pequeños podemos empezar a trabajar la relajación, lo que nos reportará niños más concentrados y serenos, que duermen mejor y que se sienten más seguros.

Cantar y bailar. Todos hemos oído eso de que la música amansa a las fieras. No estoy diciendo que nuestros hijos sean fieras, lo que quiero decir con esta frase es que realmente la música tiene un poder calmante y relajante que no debemos dejar de aprovechar.
No importa el tipo de música que sea, un concierto de música clásica o de heavy metal, lo importante es que nos calme. ¿y cómo va a calmarlos un disco de Metallica o Extremoduro? Muy sencillo: a través de la música lo que buscamos es el movimiento libre del cuerpo, que nos permite relajar tensiones y volver a tomar las riendas.

Si no lo habéis probado os invito a hacerlo. Vosotros solos, y con vuestros hijos. Música que os guste, un volumen adecuado (se tiene que oír sin que molestemos a los vecinos) y bailad. Bailad sin importar si lo hacéis bien o mal. Dejad que el cuerpo se mueva libremente. Cantad. Dejaros llevar por la música. Disfrutad ese momento con los niños. Relajaros. Eliminad tensiones. Es realmente divertido y relajante.
Telas. En este caso sí utilizamos una música relajante. Ponemos música ambiental y, sin ninguna prisa, lanzamos pañuelos de gasa al aire cogiéndolos cuando vuelven a bajar. Son pañuelos que tenía yo por casa de tela muy liviana para que caigan despacito. No hay que saltar para coger los pañuelos ni tirarlos con muchísima fuerza. El hecho de verlos subir y bajar despacio es lo que nos va relajando junto a la música.
Cuentos. En casa este recurso no falla nunca. Estamos como una moto, no hay manera de conectar con la peque porque anda nerviosa, o no escucha por más que lo intentemos. Si le proponemos leer un rato no falla. ¿A qué niño no le gusta que le lean un cuento? A la nuestra le encanta y con ello conseguimos romper con la dinámica que teníamos y retomar la calma. Nosotros leemos cada día muchos cuentos, y aún así, si está nervios y le proponemos un cuento siempre acepta.
Cambiar de actividad. A veces se ponen nerviosos porque ya están cansados de lo que están haciendo (o de lo que estamos haciendo nosotros) y algo tan sencillo como cambiar a una actividad más tranquila, que requiera mayor concentración, como pintar, ya consigue que se rompa la dinámica que nos pone nerviosos y volvamos a conectar. Por ejemplo, según la edad de vuestros peques, los mandalas son muy útiles para relajarse pintando.

Y hasta aquí los recursos que más utilizamos en casa cuando necesitamos relajarnos un poco. Y vosotros, ¿qué recursos utilizáis?

Gracias por leerme y, ya sabéis que si compartís, le dais al “me gusta” o me dejáis vuestros comentarios os estaré muy agradecida.

Un abrazo,

Raquel.

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